sábado, 4 de diciembre de 2010

La Independencia Del Hombre que Filosofa

La percepción de 'independencia' late fugaz o permanentemente en el espíritu de aquel , que de alguna forma u otra a tomado conciencia sobre sí mismo, a través del mar de los cuestionamientos interiores sobre el SER, es una tendencia seductora que intenta separar al filósofo del mundo, sin embargo es el mismo mundo quien le permitirá conocer el significado aquella percepción que experimenta o cree experimentar, siempre y cuando sea conciente de estar 'entretejido con el mundo' y el tiempo histórico que la ha tocado vivir.
¿Que es independencia interior? esta pregunta la analiza el filósofo y científico Karl Jaspers, a continuación un breve resumen extraído de su ensayo 'La Filosofía' del capítulo cuyo nombre es el titulo que encabeza esta entrada.

La independencia absoluta es imposible. En el pensamiento dependemos de la intuición que tiene que sernos dada; en la vida dependemos de otros, ayudadando, a los cuales siendo ayudados por ellos es únicamente posible nuestra vida. Bajo el punto de vista de ser uno mismo, cada uno de nosotros depende del otro por igual, en la comunicación con el cual y sólo en ella llegamos a ser ambos nosotros mismos. No hay libertad aislada...
De aquí que sólo seamos independientes en tanto en cuanto estamos entretejidos en el mundo. La independencia no puede realizarse abandonando el mundo. Ser independiente en el mundo significa, antes bien, una relación peculiar con el mundo...
Aristipo dice, refiriéndose a todas las experiencias, goces, estados de dicha y desdicha: poseo, pero no soy poseído; Pablo pide de la necesaria participación de la vida terrena: poseer como si no se poseyese; en la Bhagavadgita se dice: hacer la obra, pero no afanarse por sus frutos; LaoTsé es este apotegma: obrar no obrando...
Un segundo límite de la independencia es que por sí sola se vuelve nada...
El Filosofar brota de una independencia en el mundo que es idéntica a la vinculación absoluta por su trascendencia. Una presunta independencia sin vinculación pronto se vuelve un pensar vacuo, es decir, un pensar formal, sin estar presente el contenido, sin participar en la idea, sin tener los cimientos en la 'existencia'. Esta independencia se convierte en arbitrariedad ante todo del negar. No les cuesta nada ponerlo todo en cuestión, sin contar con potencia alguna que limite y dirija la cuestión.
Contra esto se alza la tesis radical de Nietzsche: únicamente si no hay Dios se hace libre el hombre. Pues si hay Dios, no crece el hombre, porque por decirlo así desemboca constantemente en Dios como un agua no represada que no adquiere fuerza. Pero contra Nietzsche habría que decir, usando la misma imagen, justamente lo contrario: únicamente cuando mira a Dios se eleva el hombre, en lugar de desembocar irreprimiblemente en la inanidad del mero correr de la vida...
Un tercer límite de nuestra posible independencia es la constitución fundamental de nuestro ser de hombres. En cuanto hombres, estamos sujetos a errores básicos a los que no podemos arrancarnos. Con el primer despertar de nuestra conciencia ya caemos en las ilusiones. La Biblia interpreta esto míticamente con la caída en el pecado. En la filosofía Hegel se ilustra de un modo grandioso el auto enajenación del hombre. Kierkegaard muestra contundentemente lo que hay de demoniaco en nosotros: el encerrarnos desesperadamente en nosotros mismos. En la sociología se habla toscamente de las ideologías y en la psicología de los complejos que nos dominan.
¿Cómo describir la independencia de filosofar hoy posible?
No inscribirse en ninguna escuela filosófica, no tener ninguna ninguna verdad enunciable en cuanto tal por la sola y única exclusivamente, hacerse señor de los propios pensamientos; no amontonar riquezas filosóficas, sino ahondar el filosofar como movimiento; pugnar por la verdad y la humanidad en una comunicación sin condiciones; hacerse capaz de aprender a apropiarse todo lo pasado, de oír a los contemporáneos y de llegar a estar en franquía para todas las posibilidades...
Por ende, sólo llegamos a ser nosotros mismos en el remontarnos por encima de la sujeción a las pasiones, no con la extirpación de éstas. Por eso tenemos que atrevernos a ser hombres y a hacer lo que podemos, para avanzar hasta una independencia con contenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario