En un mundo acostumbrado a lo práctico, a lo que se nos hace útil para el presente inmediato, olvidamos observar con profundidad acentuada, tal vez el mismo ritmo acelerado de vida que nos impone la modernidad o mejor dicho post-modernidad (como se le define a nuestra era) determina la carencia en la calidad de la atención hacia lo que pasa frente a nuestros ojos.
Hace unas horas fui al cine, yo había aceptado la elección familiar con un parco entusiasmo, veríamos 'UP' la nueva película infantil de PIXAR. Pero solo transcurrieron unos cuantos minutos de proyección fílmica cuando mi tibieza fue transformándose en hirvientes sentimientos entusiastas al descubrir que esta película, al igual que la mayoría de los cuentos clásicos y mitológicos guarda una estructura peculiar para representar procesos interiores y exteriores que determinan las etapas y los diferentes aspectos en la vida del ser humano. Un simbolismo intrínseco caracteriza estas historias que aunque infantiles guardan un mensaje muy profundo para el ojo despierto o para los principios dormidos en el subconsciente.
No les comentare mucho detalle sobre la película en sí y evitare ser muy exacto (para no pecar de imprudente con los que no la han visto todavía) mas bien hablare lo que representa mas allá del dibujo animado.
Todos tenemos ‘un ideal’, una referencia que admiramos y que nos hace sostener un sueño para alcanzar, como es el caso del anciano(personaje principal)que desde su infancia comparte con la que se convertiría en su esposa, una pasión por la aventura y gran admiración por un viajero explorador muy famoso para su época, pero así como sucede en la película a veces lo que deseamos no llega tal como lo esperamos y no aceptamos que la vida se nos presenta simplemente como es, con sus caprichos y contradicciones, entonces es cuando comienzan a transformarse aquellos buenos deseos en ‘frustraciones’ o 'apegos a la idea fija' que nos impiden a reaccionar y moldear estas ideas de de acuerdo a los cambios naturales.
Podemos apreciar que ‘el niño’ explorador que llega a la casa del anciano durante su mas aguda etapa de soledad (para hacer servicio social) representa a ese espíritu de renovación que siempre se hace presente en cada circunstancia de la vida y que generalmente negamos por aferrarnos a las costumbres emocionales o materiales (apegos). Y esa brisa renovante nos concede inconsciente o conscientemente la fortaleza suficiente para romper parte de las viejas ataduras y así 'elevar la mente a ideas florecientes' (ideas simbolizadas en los múltiples globos de colores) con los favorables vientos renovadores. La decisión de anciano de haber tomado su casa como vehículo para elevarse a la aventura siempre soñada fue ese primer paso donde comienzan a desprenderse los 'apegos'.
La sorpresas y las decepciones siempre dicen presente en todo viaje y estas aparecieron para el anciano cuando encuentra en su viaje a aquel antiguo aventurero admirado (que había desaparecido buscando a un ave misteriosa) así conoce la verdadera personalidad de su héroe y sus ambiciones individualistas, esto pone de manifiesto que no siempre lo que mas admiramos o hemos aprendido a admirar, producto de lo que ofrece el lado materialista de la sociedad como el ‘ideal’ sea lo mas noble o conveniente para nuestro devenir, pero este encuentro cara a cara con esa influyente imagen determina un momento crucial donde nos convertimos en otro ser humano condicionado o nos decepcionamos tanto que despertamos a una nueva verdad iluminadora que transforma el sueño individualista en un sueño altruista, con un propósito y un destino elevado.
Vemos como ya el anciano acepta al niño y se contagia de ese espíritu de nobleza al pretender salvar al ave capturada (fijación egoica del explorador), le declara la guerra a su antiguo héroe y hace todo por lograr alcanzar ese nuevo noble propósito. El Perro que aparece como amigo, es símbolo de la lealtad como virtud que siempre está presente en toda acción desinteresada y que siempre se une al que busca la verdad sin arrogancia. Luego aparece el segundo acto de 'desapego' y es cuando necesita elevar la casa para seguir la misión ya aceptada y seguir al niño que escapaba solo al rescate del ave y para esto se desprende del peso de la casa; de muebles, recuerdos personales y etc, símbolo de que a veces los cosas viejas que mas queremos y que ya no tienen vigencia tangible en nuestro presente pesan demasiado para la mente y el corazón que anhela alcanzar una nueva meta.
El tercer acto de ''desapego interior'' es cuando deja caer la casa al precipicio durante una épica batalla para salvar al niño(al espíritu de lo nuevo) al perro (la virtud de la lealtad) y al ave perseguida (el ideal noble y desinteresado).
Al final puedo agregar al análisis que; a través del niño, el anciano encontró la aventura que siempre soñó y al hijo que nunca tuvo. Esto enseña que la vida es cambiante y nosotros así mismo debemos adaptarnos a sus vientos, aunque muchas veces estos no lleguen de la forma esperada, porque al final si mantenemos el espíritu entusiasta sobre nuestro ideal y no una fijación de apegos, lograremos extraer la totalidad y no la parcialidad en cada asunto de la existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario